El sentir de los astros

Mercurio, oh, amado

que vives en mi mente.

Girando y pensando

que te amas a ti solamente.

Que la luz no llene tus sombras,

ni la oscuridad encante tus oídos;

que para las flores están mis ojos,

y para tu alma mis latidos.

Tú que te alimentas

de la flora de las almas,

tú que tanto amas

el fuero interno de las estrellas blancas.

No busques en otros, querido,

lo que tienes en ti guardado;

que para tu alma, los latidos,

del Sol y la Luna se han grabado.

Nunca encontrarás a aquel que no quiere ser encontrado

Qué es lo que estoy buscando realmente
me pregunto todas las mañanas
porque para quererte no necesité razones
sólo necesité una mirada

Un café y unos cigarrillos
bastaron para que te lleves mi corazón
aquel que ha sido admirado por tantos
y no ha sido leído por nadie

Quisiera que la imagen de tu rostro no se me borre jamás de la cabeza
Porque aunque tanto dolor me cause
Es tu sonrisa la más bella

No puedo evitar sentir lástima por mi misma
Al estar en una situación que sólo a mí me perjudica
podría ser objeto de cualquier burla
porque se muy bien como terminarán las cosas

Me entristece mi propio estado
por sentir lástima por mi corazón
Que ya ha sido pisoteado
Y ciega igual busco el amor

Prolongar el dolor

Cuánto esperamos justo de aquellos que no nos quieren dar nada

Luego de haber creído en la libertad de amar, llega una persona a hacerme ver que estaba equivocada

Amando como si no hubiera un mañana

A una persona que no me deseaba para nada

Alguien que no me veía para el futuro

Sino como una agradable compañía  sin apuros

Del tipo de persona que te hiere y te adjudica la culpa de tener sentimientos

Porque si fueras maduro realmente, ¿Quién podría hacerte dudar de tus convicciones?

Desperté en el momento en el que la Luna me dijo que yo no amaba a nadie realmente

Contándome que  debía dejarlo ir, porque esa siempre ha sido mi suerte

Me esforcé realmente, aunque demasiado tarde, le dije que nos reencontraríamos en luna llena

Pero no pasó una puesta de Sol sin que me diera cuenta de que no valía la pena

Postergar una muerte, como postergar el olvido

Prolongar el dolor de saber que tendré el corazón partido

Renunciar a la esperanza que aún vive en mi pecho

Porque yo sé que no deseas ser amado con el amor que te tengo