miércoles, 6 de octubre de 2010

Mi compañera, Soledad '

          ~  Megan Garelik  ~                                 


Qué más pensar ahora... Estoy aprendiendo, viviendo y observando, lo que seré más adelante, loq ue había sido si no cambiaba mi rutina diaria, de lágrima tras lágrima, desepción tras desepción, todas mis angustias eran voluntarias, me ocurría lo que yo buscaba, por ser tan vacía y por estar ilusionada...

Todos los malditos días haciendo preguntas de las que ya conocía sus respuestas, mirando donde no había que ver, caminando hacia donde no hay salida, ni avance ni retractos... Jugaba conmigo misma.
Jugaba con el hecho de tener sentimientos, jugaba con mi propia mentalidad, con mi propia ideología... Haciendo que ese juego, poco a poco se vuelva fatal. Matándome lentamente, aprendí que mi verdadero compañero es la soledad, la que no me abandonará, la que me seguirá, ella no me defraudará, su compañía es mejor que la de cualquier otra, sus abrazos, los únicos que te recordaría el sonido de los violines y violonchelos, los únicos que te harán amar la oscuridad, el secreto de los engaños, y la eterna frialdad en las manos, en el corazón, en la piel... Hasta en la voz, te ayudará a ver el mundo de otra manera, si cada humano fuera solitario, ¿Qué sería del mundo? Imposible creer que un día todos seremos independientes, del uno del otro, pero ayudaría un momento de paz, algo de tranquilidad, para traer humildad a nuestras vidas, para vaciarnos de vez en cuando, sin amar lo superficial, sin recorrer una vez más a lo irreal, diferenciar del bien y el mal, intentando, abrazar la oscuridad .

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